domingo, 12 de agosto de 2012

Vida Real.


Regresando de un largo viaje por el aprendizaje, vuelvo a contemplar la belleza de los colores con la tranquilidad de un niño que ha cumplido todos sus deberes, esta vez será bueno y por fin llegaremos a la meta. Quisimos bailar entre la multitud, no hubo culpa alguna, visualicé parajes majestuosos donde las praderas y bosques eran eternos, ese nuevo amor que creamos y  corregimos con el tiempo, no posee todos esos artificios que nos hipnotizaban indirectamente hacia una sociedad de consumo y la esclavitud del machismo. Ante la sequía que acecha a mi pueblo, me adapto como un lagarto multicolor y nutro con mis manos los ambientes en los que me encuentro, mi corazón no deja de palpitar, esta destinación me hace volver hacia las raíces de mi origen urbano y el contraste con las formas ondulantes de la brisa marina, colorean al ritmo de acuarelas los últimos diseños, los últimos detalles de este guión de hierro que es mi vida…mi vida en el puerto, donde manda la ley del más astuto, del más pillo, del más rápido, del que sabe hacer jugadas a ganador, jugadas de campeón.
 Observando a los "grandes,” puedo descubrir que tan distinto soy del resto y las tantas cosas en común que poseo con ciertas personitas que han vivido muchos, muchísimos años más y que en poco tiempo, me han enseñado cosas que nadie me pudo enseñar (por las circunstancias de la vida) y me van nutriendo para abrir mis alas hasta alcanzar la perfección del vuelo. Reviso mi disco duro y programo hermosas composiciones que me hacen ver que tan maravilloso puede ser el reencontrarse con uno mismo y con lo saludable de la estabilidad familiar (aunque nunca será un edén color de rosas), aún sabiendo que en nuestro cansado planeta tierra aparte de todos los problemas ambientales, existan los problemas sociales, tanta desigualdad, tanto montaje de lo decadente, de lo patético, la moda del matonaje ("bullying") y tanta falta de consideración con las personas que por razones que cierta multitud ignora, son más débiles por ser más sensibles y reales en su esencia. 
 
Ellas sufren, sienten, se creen responsables por lo que les sucede al resto, mientras otros cambian sus modos de ataque fríamente, solo para mantener un liderazgo absurdo e irreal, simplemente momentáneo, algo que en verdad no existe, entes de lo diabólico y profano, unidades carbónicas sin humanidad que expanden su eslabón de maldad disfrazándolo de originalidad y sofisticación… "nunca el oro en estos casos fué de tan bajo quilate", mas existen otros ejemplares casos donde el “camaleón” es digno de adoración (como es el caso de Sr. Bowie) y la inteligencia se nos muestra reflejada al público fiel en obras de inalcanzable belleza y excelencia, expresando en vez de ello, campaña tras campaña una evolución constante. En este caso el artista deja toda influencia y crea una propuesta nueva en su estructura, en sus elementos, en el todo de estos elementos, más que la suma de los mismos…por fin el artista se acepta tal cual es, deja a la masa y desde el amor propio crea una flor jamás antes vista.







 

No hay comentarios:

Publicar un comentario