Fugas sigilosas a un microscopio oxidado, nocutrnas melodías de un cielo sin manchas, vienes y descubres las constelaciones sin exagerar, buscaste un escape lejos del orden artificial en el orden natural de la armonía de la naturaleza, mirar cada noche hacia el cielo siempre es bueno, así sabes si está estrellado.
“¡Oh mi planeta!”, poder sentir esa fragancia
primaveral desde los ángulos más sinceros es vida, encuentro con lo terreno y etéreo,
lo que divaga y lo que nos hace más fuertes, jóvenes, útiles, ligeros en
nuestros pensamientos, rápido llegando a los momentos del todo, de un universo
en expansión, más allá de mís sentidos, más lejos de lo que mís ojos pueden
ver.
Me despierto por la mañana, salgo de excursión
al medio día, descubro vistosos paisajes que me seducen, me sugieren llegar
hasta el borde del mar donde puedo descansar, una vés aquí la renunciación es
total, recibo toda la energía del sol para retroalimentarme con el ser supremo,
tan lejos y tan cerca de la urbe, hermosura y ritmo ván acompañandome en este
ritual, un adelanto divino, azul del mar, blanco de las flores, celeste del
cielo. Juego con mi cámara para apoderarme del
momento, he extraido hasta el inconciente de mi visión para entregar imágenes
que puedan reflejar mís palabras, aunque la belleza contemplada carece de
reproducción y no hablo de aquel momento en las rocas y las faldas del cerro
que dan con borde costero, me refiero a toda las conecciones específicas de
nuestro mundo, más específico que lo material, lo que está a la vista, ¿cuales
son esas bellezas posteriores que con tanta perfección puede llegar a construir
el hombre?
No paro de admirar cada día, lo nuevo de la vida
y de la naturaleza, ¿Cuánto puedo sentir? …"¡estoy vivo!"
Primal Scream - Treasure Trip
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